Esta histórica indumentaria es el símbolo máximo del debut de Japón en una Copa del Mundo. Presenta una base azul profundo decorada con el legendario patrón de llamas en jacquard que envuelve todo el torso, otorgándole una textura visual agresiva y dinámica. Las mangas destacan por sus icónicas llamas impresas en rojo y blanco con bordes azules, un elemento que se ha convertido en un emblema de la cultura del fútbol nipón. El diseño se completa con un cuello tipo polo blanco de punto acanalado con detalles tricolores, finos ribetes blancos que delimitan los hombros y el parche oficial de la selección en la parte inferior. En AuraFut, esta camiseta representa el fuego sagrado de los Samuráis Azules y el momento en que Japón mostró por primera vez su identidad futbolística al planeta.